Jose forma ahora parte de este equipo que formamos la gran familia de Zigia28. Hoy nos hemos encontrado aquí, en nuestro barrio y hemos compartido un café mientras nos conocíamos un poquito más y comentábamos aspectos sobre esa Colombia convulsa que tuvo que dejar, sobre de su presente en Madrid y sobre los muchos proyectos que contempla para el futuro.
—Tuviste que marcharte de Colombia porque la situación no era buena…
—Colombia es un país espectacular, pero después del estallido social, al haber dejado claramente expuesto mi compromiso en la defensa de derechos humanos y, al haber participado activamente en política durante el estallido social, empezó a originarse una persecución por parte de la policía hacia mi persona y hacia mi trabajo. La cosa se complicó hasta puntos extremos y nos vimos obligados a vender la casa, los coches, el comercio que teníamos y venirnos para España. Después de tres meses de amenazas…
—Temías por tu vida, evidentemente
—Sí, por supuesto. No era para menos, dadas las circunstancias.
—Cuéntanos un poco el tipo de vida que llevabas en Colombia cuando aún no se había manifestado todo el conflicto.
—Espectacular. Mi esposa Estefanía y yo nos dedicábamos al comercio. Juntos desde muy jóvenes, habíamos empezado en el campo. Luego, yo estudié gestión pública en la Facultad de Salud de la Universidad del Valle, en Cali. Más tarde comencé a ejercer en la gobernación… y dos años en la alcaldía.
—¿Cómo es tu día a día con la gente en España? ¿Piensas que un inmigrante puede integrarse fácilmente y que los españoles son buenos anfitriones?
—España es un país con gente maravillosa y yo aquí puedo decir que encontré mi camino. No solo me han acogido como trabajador sino también como familia.
—¿Cómo ves la situación de Colombia hoy?
—La situación hoy es un poco mejor, ya que el cambio de gobierno ha optado por unas políticas públicas más incluyentes dirigidas a la sociedad con menos recursos. El déficit de pobreza ha disminuido muchísimo, la tasa de desempleo también. Lo malo es que la rama legislativa no aprueba leyes a favor del pueblo, ni termina de llevar a cabo las reformas en salud, ni concreta los decretos a favor de la universidad gratuita… y, como todos sabemos, un país educado es un país que piensa y que, por tanto, avanza.
—Tienes dos hijos aquí. La niña nació y vivió sus primeros años en Colombia. ¿Echa de menos su país de origen? ¿Se siente cómoda con el sistema educativo y con los amigos que ha hecho aquí?
—Los niños se acoplan muy fácilmente y además estamos en un ambiente muy bueno, acogidos como familia. Ella se siente feliz e integrada.
—Cuando hablamos con tu hija, una niña de diez años, tenemos la impresión de conversar con una personita muy madura… ¿crees que puede haber influido en esa personalidad suya tan definida y en su capacidad para reflexionar tantos viajes, tantos cambios?
—Mucho. Ya por Colombia tuvo la oportunidad de viajar mucho. Y la experiencia en España, donde socializa muchísimo, ha resultado definitivo para su evolución.
—Cuando llegaste y conociste a Javier, él te ofreció un trabajo; además confió en ti, te apoyó y te confió bastante responsabilidad en zigia28. ¿Qué significado tiene para ti ese encuentro con Javier y con Zigia28 en unos momentos como aquellos, en los que estabas empezando en Madrid?
—Puedo decirte que Javier se convirtió en un pilar fundamental para nuestra familia.
—Sin ese encuentro sin duda tu historia habría resultado diferente…
—Sí, muy distinta. No hubiera tenido nada que ver
—Si tuvieras que definir con una sola palabra lo que representa Javier para ti, ¿cuál sería?
—Es como mi padre aquí en España. Respeto, aprecio. No le veo como un jefe sino como un segundo padre
—¿Tienes algún sueño o proyecto que aun quieras cumplir y que pienses que España te va a proporcionar la oportunidad de conseguirlo?
—Sí. Quiero ver mis hijos convertirse en profesionales. Y también conseguir una vivienda.
—Tu trabajo en Zigia28 ¿qué representa para ti? La gente te conoce te aprecia…
—Mi trabajo yo lo tomo como una diversión… ¡me pagan por divertirme! La gente que va allí, a los conciertos coloquios, las personas que alquilan. Todo el mundo me trata muy bien.

Comentarios
Publicar un comentario