En el acto de entrega del IX Premio de Escritura Breve de Diario de Madrid, celebrado el pasado jueves 19 de junio en Zigia28, pudimos disfrutar de la lectura de los relatos finalistas del certamen y, como broche final, conocer el nombre de la ganadora, Beatriz Ledo, a quien se hizo entrega del trofeo. Este premio, que ya se ha convertido en una cita esperada por quienes creemos en el poder de las buenas historias, tiene como objetivo no solo reconocer el talento de nuevas voces, sino también rendir homenaje a la escritura como herramienta de expresión, creatividad y encuentro. La ceremonia, conducida con calidez y buen humor por Julio Sánchez Mingo, editor de Diario de Madrid, se desarrolló con fluidez en un ambiente cargado de ilusión.
Este año, los relatos destacaron por su humanidad y gran sensibilidad, abordando temas muy actuales y cercanos, como la inmigración, la demencia senil y las resonancias siempre presentes de nuestra Guerra Civil. Cada historia aportó una mirada única sobre experiencias que, aunque personales, tienen un eco colectivo que nos toca a todos. Fue especialmente significativo ver cómo los autores, desde estilos y voces muy distintas, lograron construir universos emocionales intensos en apenas unas páginas, mostrando así la potencia del formato breve cuando se trabaja con honestidad y profundidad.
El público escuchó con atención la lectura de los relatos finalistas, en un ambiente de interés y concentración que evidenciaba el impacto de las palabras en quienes las recibían. Afines, de María Ruiz, exploró con sutileza los vínculos que surgen en contextos inesperados; La lista, de Juan Rodrigo, ofreció una reflexión profunda sobre la fraternidad y sobre la memoria y el olvido; Raíces aéreas, de Manuel Alejandro Urbiry, propuso una metáfora poderosa sobre el arraigo y el renacimiento en nuevas tierras; y La última entrevista, de Beatriz Ledo, conmovió profundamente por su mirada íntima y luminosa sobre la despedida y el cuidado. Fue este último texto el que, finalmente, se alzó con el premio, dejando una huella importante en quienes tuvimos la oportunidad de escucharlo en voz de su autora.
La ganadora agradeció el reconocimiento con unas palabras sencillas pero profundamente sentidas, en las que reconoció que su relato nació de una experiencia familiar muy íntima. Con mucha delicadeza, la autora narró los últimos días que compartió con su padre, ya en estado terminal, a quien decidió acompañar tomándose un tiempo solo para estar con él. El resultado es un texto inspirador, que transforma el dolor en ternura y deja espacio para la belleza incluso en la despedida.
Justo después de que se entregara el trofeo, llegó la sorpresa musical de la mano de la cantante Ester Patiño, quien nos envolvió con una cuidada selección de temas de jazz de gran calidad. Personalmente, me conmovieron de forma especial “Miss Celie’s Blues (Sister)”, interpretada por Shug Avery en El color púrpura, que constituye un impresionante canto a la sororidad, la amistad y el apoyo entre mujeres, y “When You’re Good to Mama”, un número icónico del musical Chicago que, por mi parte, tuve el privilegio de escuchar en vivo en Broadway, y cuya belleza pude revivir este jueves gracias a Ester Patiño, a quien agradezco su gran voz y sensibilidad al elegir cada pieza.
Al terminar el acto, el editor de Diario de Madrid, Julio Sánchez Mingo, nos sorprendió con un aperitivo que alargó el encuentro y nos dio la excusa perfecta para seguir charlando. Fue un momento muy agradable, en el que pudimos compartir impresiones y comentar todo lo vivido durante una tarde tan especial, llena de sensibilidad, buen gusto y muy buena compañía.

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