Astrid Gil Casares acude puntual a Zigia 28 para presentar su tercera novela, “No digas nada”. La primera impresión que nos ofrece es la de alguien sugerente y fuera de lo común: esbelta, elegante, el cabello rubio y corto, los brazos tatuados. Antes de casarse con Rafael del Pino —presidente ejecutivo de Ferrovial y situado por Forbes en 2023 como la tercera fortuna de España—, trabajó unos años entre París y Londres, pendiente de las subidas y bajadas de la bolsa. Esta ejecutiva reconvertida en escritora y guionista habla seis idiomas, es economista y madre de tres hijas. Sus ademanes, sencillos pero enérgicos, tal vez tengan algo que ver con que Astrid pertenezca a la alta sociedad, aunque enseguida nos hace saber que ella donde realmente se siente cómoda ahora es en su papel de escritora y guionista. Es en calidad de eso que ha venido a Zigia 28, con la voluntad de acercarnos a su tercera novela, que, por cierto, recién salida de la editorial y todavía sin presentar, ha agotado ya ...